TAMESHI WARI fallido, cuando la Tabla no se rompe. (Por Mario Ojeda)

Los rompimientos son más un espectáculo para quién mira desde fuera que una parte de nuestro entrenamiento regular. Eso está fuera de discusión. Personalmente, los rompimientos no me atraen mucho hoy en día, después de que pasaron mis días en que me dedicaba a romper tablas de a una y de a dos, con tsuki, tegatana, patadas y patadas con salto, ushiro tobi geri era mi preferida y por supuesto con yoko tobi geri aunque esa patada era la especialidad de Hernancito. Recuerdo cuando con Hernán y el Pepe Rodríguez, nos juntábamos en mi casa y convertíamos en leña una veintena de tablas. Eso lo hicimos al menos un par de veces antes de las exhibiciones de fin de año para llegar preparados y con el ego suficientemente elevado por la seguridad de romper casi cualquier cosa. Niños e inmaduros aún como karatecas, sin duda.

Hoy no le encuentro mucho atractivo, principalmente porque la tabla se queda quieta y solo opone su resistencia material, la que puede ser fácilmente superada aplicando la técnica en forma correcta. Lo que sin duda me parece tremendamente entretenido es cuando la tabla no se rompe y se escuchan comentarios como: es que hoy están más duras que ayer cuando las probamos, o es que hoy están húmedas, etc., es ahí donde el karateca debe superarse a sí mismo en ese mismo momento, relajarse y dejar que la técnica que tanto tiempo ha entrenado aflore en forma pura y nítida. La tabla solamente nos está diciendo que la técnica está siendo aplicada incorrectamente, pero la tensión ejercida por los demás participantes y el público además, logran muchas veces apagar los ímpetus del ejecutante y he visto a más de uno abandonar los intentos solamente con una sensación de fracaso o, lo que es peor, karatecas que por romper la tabla se dañan seriamente alguna parte de su cuerpo. Es entonces cuando uno debe caer en cuenta de que la tabla en realidad está en uno mismo y el no romperla no representa otra cosa que nuestras propias limitaciones técnicas.

¿Que implicancia tiene el romper o no una pulgada de madera? La única implicancia es para con el karateca quién debe hacer un análisis objetivo y no dejar que su ego lo aplaste diciéndole: “no fuiste capaz, fracasaste en el intento”, y sacar provecho de la situación con solamente un objetivo: “debo mejorar mi técnica”, eso es lo único que debe importar y nada más. Y ¿como se mejora la técnica? Entrenando bien y como debe ser. No se debe volcar el entrenamiento a romper tablas sino a las raíces, a las bases que siempre deben ser revisadas, como las de una edificio. Recordemos las palabras del Sensei Seiko Higa, profesor de Sensei Akamine, quién decía: “ el entrenar el Karate como debe ser, es lo que hace que el Karate sea lo que es”. No es prudente ir por la vida rompiendo cosas o peor, golpeando a adversarios pre-fabricados, el único adversario que hay que temer es uno mismo. O sea la tabla que se debe romper es la que uno mismo se impone.

Para romper una pulgada de madera, seca o húmeda, hace falta un 80 % de técnica, 15 % de coraje y un 5 % de fuerza. Primero debe haber un entrenamiento anterior sólido y afiatado, la fuerza se desarrolla sola, casi sin darnos cuenta, y el coraje corresponde a la seguridad absoluta de que se va a romper la tabla. Siempre ocurre en los primeros rompimientos que se hacen, que se le pega a la tabla con tanta fuerza que generalmente nos dañamos el nudillo (típico) o el metatarso queda resentido al menos un par de semanas. Consejo para quienes rompen por primera vez, el tegatana y mae geri nunca fallan, porque se les está pegando a una superficie GO (la tabla) con una superficie JU (la parte blanda de la mano o la parte blanda de la planta del pié).

No puedo dejar de mencionar el rompimiento de nuestro compañero Bernardo, que después de varios intentos destrozó la tabla con un tsuki, pero le pegó tan fuerte que se lesionó el nudillo medio dejándolo con una inflamación que le duró varios días. Eso no es para nada aconsejable, recuerden que es sólo un trozo de madera y si se rompe o no, no significa nada excepto para Uds. mismos quienes le darán el valor que corresponde. Siempre habrá otra tabla para romper, pero no siempre habrán articulaciones que sanen después de lesionarlas por un intento fallido de Tameshi-Wari.

Por Mario Ojeda

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4 respuestas a TAMESHI WARI fallido, cuando la Tabla no se rompe. (Por Mario Ojeda)

  1. GUATON dijo:

    Mario
    muy acertivo tu articulo, te felicito

  2. Sensei dijo:

    Romper una madera no es nada fácil. Hay mucho cuento detrás. Muchas horas de entrenamiento, de vencer los límites, de perfeccionar. Que la madera se rompa es resultado de un estado de unión, cosa difícil de conseguir. Algunos las rompen con fuerza y velocidad, incluso con rabia, pero de eso no se trata. Hay que romperlas desde la mente y con el cuerpo. Ese momento solamente lo pueden entender quienes llegan a esa condición de unión. Por eso después ya no tiene importancia. Una vez logrado ya está superado. Gracias a Mario por compartir su experiencia.

  3. Jorcor "samurai pobre" dijo:

    Buenísimo el artículo. Gracias Mario!

  4. alejandro naranjo dijo:

    En verdad pareciera un largo y dedicado camino en donde se concentra toda la dedicación de un tiempo de prácticas, perfeccionamiento de técnicas y superación de muchas barreras. Y el resumen es una tabla hecha trizas. Pero una vez que pasamos los años y como bien dices la madera no se mueve, y no te opone resistencia, y si posees la técnica adecuada la rompes. Después de tanto tiempo, en verdad creo que en el fondo lo que buscamos es romper con nuestra limitaciones, nuestro ego falso, nuestros miedos y atravesar las barreras invisibles que nosotros mismos nos ponemos. Es como la Katana que corta, corta los apegos a los que nos aferramos inconscientemente y no nos permiten superarnos y ver mas allá de nuestro particular mundo.

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